Lluviaremos
En otoño
Llueve hace varios días
Sin recogimiento
Nos ha tocado vivir
Un otoño de invierno
Donde los huesos crujen
Tiembla mi pensamiento
Rechinan mis dientes
El frío es intenso en las
punas
Desde mi casa veo los
cerros
Por las ventanas empañadas
De neblina y olvido
La lluvia en caída libre
Sigue su camino de viento
Hasta mojar el suelo
sediento
Surgen los charcos
Como minúsculos océanos
En que nos vemos espejismos
El agua como siempre
Es la voz grande de la
naturaleza
Contra los desaciertos
humanos
En el patio de la casa
El mastuerzo se baña
En su inesperado balneario
El colibrí reniega
Por el néctar con agua
Como el yogur industrial
Las moscas y arañas
Descansan apacibles
En sus nidos clandestinos
Las horas de esta tarde
Hacen palpitar cada minuto
Entre mis venas marcadas
De tanto en tanto
Yo imagino e imagino
Con calma de suspiros
Y salimos desnudos
Con mi compañera
A bañarnos bajo lluvia
Sin preocuparnos
Por el agua en los zapatos
Como otras veces
En silencio
Nos tocamos las manos
Mojadas de esperanzas
Con las miradas
Envolvemos
Nuestros cuerpos cobrizos
Mientras el agua de lluvia
Cae persistente
Sobre nuestros humedales
Sin descanso
Con lentitud de flores
Al abrirse generosas a la
luz
Martín
Mendo
Pachacámac,
mayo 2018
Imágenes
Google:
Es.123rf,com
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