Campaña nacional contra la mudez

 

A veces, cuando los huaycos se deslizan como víboras desde los cerros, dan ganas de quedarse mudo como un hongo, en evasivo silencio para escuchar solo trinos de pájaros en las madrugadas y caídas cadenciosas de las hojas de los árboles. Pero los hongos son hongos ¿Y nosotros que somos? ¿Qué somos cuando también nos quedamos mudos y pasan auroras y crepúsculos y seguimos mudos? En los hongos se insensibilizan los sentimientos. Ya lo sé, pero en nosotros la vida debe cambiar de cuajo hasta por vergüenza ajena, con la misma fuerza de las lluvias de la selva frente a los incendios de bosques. Sin embargo, ocurre que nos dicen y nos jalan. Nos avientan, nos pisan los dedos y nos cansan los dueños del país con sus hurtos y sus cuerpos falsos. Pero hasta ahora muchos seguimos mudos. Inmutablemente mudos. Es tiempo de indignarse ante la podredumbre engastada en la piedra despreciable de la corrupción cotidiana de los poderosos. Es hora de la presencia del grito en las calles. De procesiones enteras de reserva moral del país. Es el momento de las luces para ponernos a pensar juntos en otras formas de organizarnos, dirigidos a compartir lo que nunca antes hemos compartido con justicia. Así seremos bullicio encarnado en las utopías populares, armonías de cantos gregorianos, cóndores del Colca en vuelo, dueños de nosotros mismos, trabajadores limpiando las miasmas acumuladas durante muchísimo tiempo. Es la hora que tenemos para ofrecer un nuevo orden, en reemplazo de la agonía de una historia de barcos llenos de esclavos, piras de quema de libros y de brujas, patrones desalmados a los que hay que santificar y agradecer el trabajo. Hagamos una campaña nacional contra la mudez, desde nuestra conciencia, contra el monólogo de los que hablan y bailan cada uno con su pañuelo. Tenemos que dejar de esperar en la ventana que otros resuelvan lo que nosotros necesitamos. Con el apuro que exigen las circunstancias y el futuro, debemos llenar las plazas y calles armados de voces corales, con fundamentos necesarios para comenzar separando la paja del grano, sin miedo, porque cualquier reclamo digno será mejor que seguir como estamos.

 

Martín Mendo

18 marzo 2018

9 setiembre 2023

 

Imágenes Google: Unsplash

 

 

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