Mala
La conocí en tiempos que, con mayor frecuencia, la visitaban los arcos iris. Vivía en
libertad, alumbrada por rayos de sol, de la luna y de las estrellas. Conversaba
con los vientos de la tarde y las copiosas lluvias nocturnas en los meses
finales e iniciales de todos los años. Su existencia era compartida por apacibles
bofedales y relajados yuyos que flotan
como nubes al vaivén de aguas limpias. Era visitada por yanavicos, playeros
coladores, gallaretas, patos jerga, gaviotas andinas y otras aves migratorias.
Gozaba de la bendición
de los Apus tutelares y en una deseada calma sin temblores naturales y sociales,
Mala –que en verdad era Buena a pesar de
su nombre- habitaba cerca de sus hermanas Perol, Azul y Chica.
Las cuatro
existían animadas por el propósito común y sagrado de dedicarse al bien común,
con la misma ideología del aire, la luz y los productos del trabajo en las
familias.
Por ese lugar
sagrado, ¿quién sabe?, alguna vez pasó Atahualpa y su corte, sin adivinar que
pronto llegarían la espada y la cruz. Eran tiempos en los cuales Mala aún tenía
un dulce nombre quechua que ha pasado al olvido, por las ingratitudes de destierros
posteriores.
Los viajeros nos
han traído noticias que ahora Mala está triste porque, planificadores y
normólogos del porvenir, la han amenazado de muerte por
sed, en nombre de la calidad de los ríos de la vida.
Algunos de los
últimos viajeros no han podido callar y afirman que es necesario volver a pensar
en el destino de toda la gente del reino, en las bondades de la Pacha-mama, sin
asesinar nada y aprovechar mejor toda la riqueza ansiada por las ambiciones.
Se vaticina que,
si las ambiciones ganan, la agonía de Mala será larga y que su putrefacción envenenará a su familia, a
los bofedales, a los yuyos, a las aves que la visitan. Vaciará sus aguas como si
fuera un estómago de vaca en los camales y a cambio recibirá el relave de las insensateces
de la civilización.
Con el paso del
tiempo, del sol y de la luna, el reino ingresará a un periodo de larga demencia
y la oscuridad reinará sobre nuestros cadáveres y no tendremos siquiera la
oportunidad de graduarnos como cretinos.
...en sus poemas y reflexiones siempre tiene presente la naturaleza, la preservación del medio ambiente y el rechazo a la vorágine mercantilista que modifica el paisaje y destruye la biodiversidad.
ResponderEliminarGuillermo
Malo: Es no conocer a quien escribe tan lindos poemas.
ResponderEliminarMaría Ruth Vera Almaraz
... usted siempre dando la hora con sus destacadas creaciones literarias Felicitaciones
ResponderEliminarMagno Gutierrez Enriquez
Muchas gracias por los generosos comentarios
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