Elogio
Del
Silencio
“Yo soy yo”
René Descartes
Si algún día
Buscas sosiego
Inútilmente
Inicia otro camino
Sin maletas
Aromas
Ritmos
Promesas
Recetas orientales
Sin nada a cuestas
Primero
Harás del silencio
Tu compañero de viaje
Para alejarte del sonido
Devaluado en ruido
Aprenderás
Del silencio
Todo
Dirás
Luego:
Silencio
Es susurro
Instante eterno
Isla de mar lejano
Esqueleto sutil de la armonía
Novena nota del pentagrama
Es
Nube
Paréntesis
Punto aparte
Viento no nacido
Tangente de la vida
Cuarteles de invierno
Piedra quieta con aristas
Respuesta exacta sin medida
Mar de las tranquilidades
Cosa prohibida a secas
Soledad contrita
Ilusión ansiada
En silencio puedes vivir cuanto quieras. Pero en el camino aprenderás el día de un año cualquiera: El silencio no existe. Solo lo he imaginado como aquella leyenda que habla del silencio como un invento
de la diosa de la meditación. O en otras creencias abundantes que nos hablan de
las verdades de la diosa de la muerte. De la oscuridad. De la desdicha, como si
fueran la otra cara de la luna llena de velos y misterios.
Buscarás
Con ansías
Otro destino
Tierras hábiles
Altas cordilleras
Pero en vano
Tendrás la ilusión
De la metamorfosis
Del pasado en presente
Porque
En la lejanía
Solo escucharás
El rio de tu sangre
Manantial de agua viva
Sentirás el sonido despierto
De emociones en tu corazón
De abrazos a tus neuronas
Sentirás tu voz interior
Libre de todo amén
Por el contrario: Si algún día desistes de tu ansiosa búsqueda. Debes
tener en cuenta que ya no escucharás el sonido de tu sangre. De tu corazón. De
tus neuronas. De tu voz interior.
Porque serán disimulados por tus propios
gritos. Recuperados en sonidos melodiosos de manos extendidas. Llevando ramilletes
de ilusiones en medio de luces apasibles. De todo lugar. Toda circunstancia. Sin los límites que
hemos construido como barricadas inútiles.
Por eso busca en los intersticios del sonido. Encontrarás al silencio en
su condición de amalgama esencial entre los ladrillos de la vida. Libre de
culpas. Mirando todo sin decir nada.
Sabiamente
Martín Mendo
Renaceres
Octubre de 2014
PRECIOSISMO, PROFUNDO ... EN VERDAD.
ResponderEliminar¡Bravo, Martín Mendo! Hace mucho tiempo que no leía poesía tuya. Acabo de ver en la red que como mariposas de colores y entre brisas de sueños cada uno de tus trabajos publicados. Me encantaron. Los leeré con más calma para luego buscar un momento de la conversa. Un abrazo.
ResponderEliminarPedro Lovatón
Que bonito mensaje para iniciar algo nuevo.
ResponderEliminarSaludos
Milagros
Muchas gracias
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