Dimensiones

Siempre describía a sus amigos el gozo que sentía por la teoría cuántica, aquella que nos informa de la existencia de las diferentes dimensiones paralelas de la vida. Somos cuánticos, parte del todo, polvo cósmico, una tendencia, energía en movimiento perpetuo, afirmaba con entusiasmo. Ayer, agobiado por los problemas de sus rutinas laborales buscó el momento del refrigerio para ir a otra dimensión a conversar a con su abuela y, de paso, pedirle una mandarina que ella guarda con celo para él, en el primer cajón de una vieja alacena. Con la fruta pelada hace más de cuarenta años, se lleva un gajo a la boca y saborea con ojos cerrados el delicado caramelo cítrico de la complacencia y olfatea el aroma tenue de recuperación de la paz interior. Luego de los placeres ofrecidos por la antigua mandarina y por la cómplice sonrisa de la abuela, su presente se inunda de felicidades que atenúan los últimos tropiezos que ha tenido en el pasado reciente con sus compañeros de viaje, en el teatro de la vida de todas las historias, vistas como actuaciones estelares que ahora se llama gestión de la felicidad.

Cotidianas
Martín Mendo

2014



Pecado original

En tiempos inmemoriales los cangrejos moros caminaban como la mayoría de especies animales. Siempre hacía adelante, encarando desafíos, como debe ser. Hasta que por un exagerado ánimo de progreso civilizatorio, se reunieron en congreso un día cualquiera de hace tres mil años, para decidir por consenso transformar el modo de caminar e imitar, por vanidad, los andares de algunos homo sapiens.

En poco tiempo lograron, con esfuerzo y perseverancia, que la trayectoria de su desplazamiento en retroceso sea parecido al de algunos jefes de tribus, brujos, guerreros y funcionarios de todas las cúpulas entonces conocidas.

Pero no alcanzaron a darse cuenta que era interés de los homos, caminar en reversa, para evadir las piedras en el camino y de sobrevivir a como dé lugar llevando sobre sus espaldas la pesada carga del miedo. Caminar  hacia atrás como algún homo, en vez de mérito,  resultó ser una debilidad generada por el miedo serval, que no logran superar los homos. 

Muchos siglos después, los cangrejos moros  pudieron comprender su pecado original al ver que la debilidad era endulzada con simulaciones de poses distinguidas que, muchas veces, era asumida con placer en los carnavales, adornada con máscaras y corazas invisibles en los exoesqueletos del homo, producidas con quitina propia.

Hasta ahora, como una maldición consentida, siguen caminando hacia atrás por las arenas y peñas de las orillas del mar. Convencidos para siempre de su gran equivocación han elegido la opción de abandonarse a su suerte, llevados por algún pescador de playa a los restaurantes gourmet de moda, en espera de comensales de ocasión que, con buenos paladares, les reconozcan su valía.

Zoomanos
Martín Mendo
2014


Escritos bipolares

Había terminado de escribir el último artículo periodístico y, de modo poco acostumbrado, decidió ir a  la oficina de redacción de La Hora para entregarlo personalmente.  Antes de apagar su laptop de última generación, buscó en su carpeta de archivos las versiones preliminares para enviarlos a la papelera y dejar solo la última versión limpia,… pero se detuvo con ojos cada vez más abiertos al encontrar un artículo escrito, casi con las mismas palabras, con la diferencia que la introducción se había convertido en desenlace y el desenlace en un embrollo mayúsculo.

Cotidianas
Martín Mendo
2014

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