ZOOMANOS
1 Ojos que ven, corazón que siente Las moscas, de ojos compuestos, ven al mismo tiempo su pasado, presente y futuro, aunque no siempre fue así. Antes, como otros animales domésticos citadinos, solo veían el presente y podían recordar el pasado e imaginar el futuro. Todo comenzó, luego de la profunda crisis y la secuela de mutaciones sociales producidas en la gran ciudad. La saturación de avisos comerciales, de héroes en la televisión, en la economía y la política; de asaltos y matanzas en las calles, predecía el advenimiento de la catástrofe final. En busca de cobijo, enjambres de moscas tuvieron que dejar a los mejores basureros de la ciudad en busca de una nueva tierra prometida. Familias extensas volaron kilómetros sobre la autopista del sur, como las plagas de las leyendas bíblicas. Hasta que por fin llegaron a los extramuros donde, a duras penas, habitaban otros seres vivientes en medio de una tierra baldía, alejada de los ruidos que se apagaban en la ciudad