Se ha ido

La madrugada se ha ido en alas de aves nocturnas

Se ha ido en el despertar del minuto de reloj de arena

Se ha ido con el café humeando sus aromas en vano
Con la palabra de la punta de la lengua
Con el compromiso diario de la vida
Con la humedad absoluta del invierno costeño

Se ha ido la hermana…

Se ha ido el corazón entero
El eslabón del nosotros compartido
La voz infaltable del coro gregoriano
El sexto sentido del homo sapiens
La mazamorra caliente en los momentos de las vicisitudes

Volverán las alas de las aves con la madrugada
El minuto cobijado por las horas
El aroma del café en las narices
La palabra llevada por un viento cariñoso
El compromiso cotidiano inevitable
La llovizna humedeciendo la tarde de un día nublado

La hermana no volverá como las golondrinas de Bécquer

Se llevó el eslabón con su ausencia inesperada
La voz rotunda de sus seguridades

Nos ha quedado el dolor cautivo de Vallejo
La incomprensión madura
Los porqués de lo importante sin respuestas
El sabor de vinagre entre los labios

Soy la multitud que grita
El alarido por la hermana que se ha ido
Apenas uno de los tupacamarus descuartizados

Nos queda de consuelo el retrato de las conversaciones sencillas
Su mirada cierta
Su dignidad a prueba de fuego
Su afecto discreto en medio del bullicio de las zalamerías
Su mano abierta de largos dedos tocándonos los hombros
Su valor acorazado en el último capítulo de la historia

De: Penúltimas Sensaciones
Martín Mendo
4 de septiembre 2013





Comentarios

  1. Se ha ido para quedarse. Ya se le verá en los "jijijips"

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  2. Sencillamente hermosos versos, éste y cuantos nos compartes....

    Gracias por compartir tus pensamientos, tu sentir.

    Un abrazo,

    Nella
    (enviado por Marianella Romero)

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  3. Bello poema amigo mio, muy bello
    Besos y mis mejores deseos de buena salud y paz
    Amy

    (enviado por Ana Mendoza)

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