HUELLAS EN EL BARRO...Martín Mendo

Al caer la tarde cansada Abre bien las ventanas y mira con cariño el cambio de tono de las hojas de los eucaliptos, el vuelo tranquilo de las mariposas amarillas que hoy nos visitan, la prisa del jornalero en las afueras de Pachacámac Mira con sosiego de noche silenciosa el paso del tiempo en las edades de la gente, el camino de piedras pequeñas al borde de la acequia cautiva por fierros y cementos, los pies prestados a los destinos de los arcos iris Abre las puertas y pasea con calma por las alamedas de sauces y eucaliptos de tu imaginación, escucha el vuelo de las mariposas de todos los colores, conversa con el jornalero al caer la tarde cansada, dale un abrazo al tiempo que pasa sin cesar por nuestros poros Abre bien las ventanas y mira con ganas y confianzas radicales Abre bien las puertas y camina libre por siempre Como si se acabara el mundo Entra a la casa De puertas abiertas Te espero Con ganas de verte Dime cómo te sientes Y t

I He aquí sobre mi mano el tráfago He aquí sobre mi mano El tráfago del mundo como un loco Cibernético Astro Huevo roto Clara deslizante Sobre la tierra húmeda Que pisan mis zapatos La vida es vela derritiéndose Entre mis dedos extendidos Con ganas de llorar hematíes Sobre las esperanzas Verdes Inconclusas Sobrehumanas II Tempori Nostri El tiempo. Un animal raro. Colonias de horas crujen. Calman sus aguas. Peces muertos. Por la calle camina. Sin prisa. Inmisericorde. Sin pausa. Chilla. Discurre suave. Siente sed. El tiempo es ánima. Busca cuerpo. Tierra. Cosas. Sin ellas no existe. No es siquiera un sueño. No religión. No nada. Es tan solo un débil animal Con una flojera bárbara Bostezando sus historias. III Modus Vivendi A los funcionarios Nunca podré describirlos Allí sentados de sol a sol En medio