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Mostrando entradas de noviembre, 2013

cotidianas

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VI Bipolos La prensa nos cuenta, como un problema, las barbaries que suceden en la tierra de las oportunidades y luego nos cuenta, como una solución, las barbaries de la tierra de oportunidades en otras tierras del mundo. VII Locura Después del asesinato de niños en la escuela y antes del despido de setecientos mil empleados públicos, el residente de California nacido en Guanajuato, se puso como loco cuando dijiste que la tierra de las oportunidades debería ser declarada manicomio nacional por la organización de naciones.

Cotidianas

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II Brisa Llegaste como la primera brisa de la mañana a acariciar mis huellas en la arena de la playa prohibida. III Ornato Te esperé tanto en el lugar de siempre que me crecieron raíces, ramas y hojas libertarias; hasta que una brigada de jardineros de la municipalidad me podó las nuevas ilusiones producidas por mis circunstancias. Cuando al fin llegaste no pudiste reconocerme. Durante tres larguísimos minutos esperaste verme y, en silencio, te fuiste. IV El salto Tiempo y Espacio cansados de una larga convivencia decidieron viajar a Buenos Aires para casarse y dejar, por acá, al Estado de Derecho estacionado y mudo. V Años maravillosos Justina, igual que Kevin Arnold, el de la película, también tuvo sus años maravillosos hasta que un día de extravío adolescente, como el que tiene cualquiera, se casó sin previo servinacuy. Cotidianas MartínMendo Noviembe 2013

Cotidianas

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           I.           La oreja de Sofía “Contigo intento ser un cristiano practicante para reafirmarme como un ateo revolucionario” , susurró Matías en  la oreja derecha de Sofía. Era el último cartucho que le quedaba en la dura batalla por conquistar el amor de la mujer que lo cautivó, desde el primer momento que la conoció, caminando de subida por una escalera amarilla. Y disparó como el héroe Bolognesi, en su deseo de sorprenderla con una frase elaborada de antemano para alcanzar el mayor acercamiento erótico. En el instante recordó los largos meses que demoró para obtener una sonrisa complaciente de una de las esposas de Jesús, acostumbrada a esquivar sin éxito lo que le ofrecía el mundo. Sofía al escuchar a Matías tembló, mitad de miedo, mitad de ganas, porque con las dos mitades formaba el sentimiento que la dominaba luego que él, en silencio y desde el comienzo, le abrió su corazón con la mirada. Pero su pensamiento se llenó de culpa, a pesar que hacía tiempo hab